Rúgbrauð – Pan de Lava o Pan Islandés de Centeno

¡Hola Panaderos! Hoy os traigo el Rúgbrauð, Pan de Lava, o pan islandés de centeno. Un pan distinto a todo, ultrafácil, y sabrosísimo.

Rúgbrauð
Pan de Lava

Como sabéis, yo que soy de espíritu viajero, siempre que viajo me intereso por los panes locales y sus recetas. Como el invierno pasado estuve en Islandia, en búsqueda de las auroras boreales -aquí os dejo una foto-, rápidamente hice lo posible por husmear en panaderías, restaurantes y librerías, para intentar descubrir nuevos sabores (¡a mí los panes nórdicos me chiflan!).

Aurora Boreal en Islandia
Aurora Boreal en Islandia

De entre todos los panes increíbles que hay por allí (algunos de los cuales se usan, de hecho, como cuencos para servir sopa) el más exótico, distinto e interesante es el Rúgbrauð: un pan que ellos denominan «Pan de Lava» o «Pan de Fuente Termal», y que no es otra cosa que un delicioso (y algo dulce) pan de centeno a la islandesa cuya particularidad más especial es que se hornea enterrando una olla metálica en el suelo termal de Islandia entre 8 y 24 horas. El propio calor de la Tierra calienta la olla de metal lo suficiente como para que el pan se hornee. El resultado: un pan húmedo, compacto y muy fragante, con un sabor intenso a centeno… ideal para mantequillas, encurtidos, ahumados… ¡o dulces!

Lo estupendo es que, con muy, muy poco esfuerzo, podemos reproducir estas condiciones volcánicas en casa. Sólo necesitamos moldes de metal, papel de aluminio, y un horno suavecito (sin aire) que alcance los 100 grados. ¡Esto está chupao!

Existen variantes de este pan que cambian un poquito los ingredientes, e incluso que cambian el horneado a baja temperatura por la cocción al baño maría con tapa durante 4 ó 5 horas.  Creo que estaría bien hacer alguna vez alguna de estas variantes en Pan para Hoy, ¿no creéis? Hay varios panes nórdicos que se cocinan así, y que son un puntazo.

Digo que este pan es fácil, fácil, porque para hacer Rúgbrauð no hay que saber amasar, ni hay que hacer fermentaciones, ni hay que bolear o formar el pan. El Rúgbrauð se hace con levadura química (la clásica levadura Royal) (ya hablamos en su día de la levadura AQUÍ) y no hay que hacer mucho más que mezclar todos los ingredientes. ¿Lo importante? Organizarse, porque hay que dejar el pan en el horno, suavecito, unas 7 horas y media u 8.

El esquema general del Rúgbrauð es el siguiente: 

PASO TIEMPO
Amasado 10 mins
Horneado 8 horas
TIEMPO TOTAL 8 horas y 10 minutos

 

Vamos con los INGREDIENTES (para un pan de molde): 

  • 200 g de harina integral de centeno 
  • 80 g de harina integral de trigo
  • una cucharada (de las de té) de bicarbonato sódico
  • una cucharada (de las de té) de levadura química
  •  una cucharada (de las de té) de sal de mesa
  • 500 ml de buttermilk (ved más abajo si queréis saber cómo obtenerla); y
  • 160 gr de sirope (de ágave, de arroz, de arce… lo mismo da. Yo prefiero el Golden Syrup porque tiene un regusto a tostado que es una maravilla, pero podéis usar el que queráis, porque producen resultados comparables)

NOTA: CÓMO FABRICAR EL BUTTERMILK, SI NO PODÉIS COMPRARLO: básicamente, el buttermilk es el subproducto de batir leche para producir mantequilla. Muy parecido al suero, es relativamente difícil de encontrar en España, aunque es muy fácil de encontrar en muchos países. Si no podéis comprarlo, podéis fabricarlo (aunque no es exactamente lo mismo, es un sustitutivo casi perfecto:

A. Tomad leche entera (preferiblemente fresca)

B. Por cada 250 ml de leche, echad una cucharada sopera de zumo de limón o de vinagre de vino.

C. Removedlo bien, y dejadlo reposar un cuarto de hora a temperatura ambiente.

D. Batid el resultado y, voilà: eso que tenéis es buttermilk.

 

Ahora que lo tenemos todo, vamos con el BAKING OF, que es muy, muy sencillo. 

  1. MEZCLA DE LOS INGREDIENTES: básicamente, se trata de mezclar primero todos los ingredientes secos en un bol, al que luego echaremos la mezcla del buttermilk y el sirope, que habremos mezclado previamente en otro recipiente. Removedlo todo bien hasta que tengáis una papilla, y ya habéis terminado.
    Ingredientes secos
    Ingredientes secos
    Ingredientes líquidos
    Ingredientes líquidos

    papilla resultante
    papilla resultante

 2. ENMOLDADO: haced lo siguiente: 

  • Con la ayuda de un pincel, engrasad bien un molde de pan, preferiblemente de metal. Si lo tenéis con tapa, usadlo, y engrasad también la tapa. Si no tiene tapa, no importa. Alternativamente, hay gente que reviste el molde de pan con papel de horno en lugar de engrasar el molde. También vale, de modo que haced lo que prefiráis.
  • Verted la mezcla de ingredientes en el molde. Como subirá, procurad rellenar entre 2/3 y 3/4 del molde. Si lo rellenáis hasta el borde, crecerá y es muy probable que se desborde y se queme.

    Enmoldado
    Enmoldado
  • Tapad todo (sin ajustar) con papel de aluminio (o, si vuestro molde tenía tapa, con la tapa del molde).

    tapado
    tapado

3. HORNEADO: en un horno precalentado, bien a 100º o a 110º como máximo, introducid vuestro molde tapado, a media altura. Recordad que no debe estar puesto el ventilador, y que el calor del horno tiene que ser arriba y abajo, sin grill. En esta ocasión no hace falta que generemos vapor en el horno. Dejadlo así, a esa temperatura, y sin abrir, unas 8 horas. Iréis viendo cómo el aroma del Rúgbrauð llena vuestra casa poco a poco hasta que os den ganas de aullar por la ventana 🙂

Cuando el Rúgbrauð esté listo, sacad el molde y dejadlo enfriar un poquito antes de desmoldar. Sacadlo del molde con cuidado y dejadlo enfriar en una rejilla, como siempre. El Rúgbrauð se come caliente o frío por lo que, en esta ocasión, y sin que sirva de  precedente, aunque se trate de un pan de centeno, podéis cortarlo mientras siga caliente y degustarlo solo, o con un poquito de mantequilla (si es salada, mejor). Veréis que el sabor intenso del centeno, y la acidez del buttermilk se compensan con el sirope para hacer un pan que, sin ser un bizcocho dulce, tiene un toque meloso que es una pasada. Este tipiquísimo pan islandés  es ideal para comer con encurtidos, arenque, salmón, mostazas y coulis de frutos rojos… una joya auténtica que tarda un poquito en hacerse, pero que es fácil, fácil (infalible, vamos) y para la que prácticamente no llegaréis ni a manchar la cocina.  

Rúgbrauð
Pan de Lava

 

Como siempre, disfrutad mucho de vuestro Rúgbrauð y, recordad: si os animáis, mandadnos una foto de vuestro pan para nuestra Página de Facebook. Si tenéis alguna duda o comentario, no dudéis en dejar un mensaje. 

 

Cuidaos mucho, que sois el futuro. 

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