Si es la primera vez que os vais a atrever a hacer un pan en casa, esta puede ser una receta sencilla con la que empezar. Para prepararos un poco, echad un vistazo a los posts anteriores sobre utensilios e ingredientes.
INGREDIENTES para cuatro panes pequeños, o dos medianos:
400 g de Harina de trigo blanca (fuerza o media fuerza)
240 ml de agua
8 g de levadura fresca
8 g de sal de mesa
CÓMO SE ELABORA ESTE PAN
- Mezclad la harina y la sal, e incorporad la levadura hecha pizquitas. Añadid el agua y amalgamad bien todos los ingredientes hasta que no queden residuos en el bol. Dejar reposar en el bol, cubierto con un trapo, unos 5 ó 10 minutos.
- Sacad el contenido del bol y amasadlo sobre una superficie lisa (la encimera de la cocina, o una tabla de madera, por ejemplo), hasta que la superficie esté lisa. Si se os pega mucho, o la masa no queda lisa (sino que la superficie se quiebra o se abre, quedando rugosa) volved a dejar la masa en el bol otro ratito y volvedla a amasar después. Haced esto cuantas veces sea necesario hasta que la masa esté lisa y algo elástica. Tened en cuenta que lo hace falta amasar mucho rato (es mejor dejar la masa reposar) ni darle grandes mamporros a la masa para amasarla.
- Meted la bola resultante en el bol, tapadla, y dejadla estar unos 30 minutos. Esto es lo que llamamos “fermentación en bloque”.
- Sacad la masa y divididla, bien en cuatro porciones de unos 150 gramos, o en dos porciones más o menos iguales, de unos 300 gramos.
- Bolead la masa con las manos, tomándola entre las manos y empujando su parte inferior hacia su propio centro (hacia arriba), formando una bola a medida que su parte superior se tensa. De lo que se trata en este paso es de dar tensión a la masa y de preformarla en forma de bola. Al doblar la masa hacia adentro y formar la bola, no la tensionéis tanto como para que se quiebre la superficie de la bola. De nuevo, no se trata de darle una paliza a la masa.
- Dejad las bolas reposar sobre una superficie plana durante unos 15 minutos. En este tiempo, id preparando una bandeja de horno con papel de horno.
- Transcurridos los 15 minutos, comprobaréis que las bolas han perdido un poquito de tensión superficial. Volved a repetir el proceso de boleado para ir formando unas bolas que serán vuestras hogazas. Alternativamente, si queréis que tengan forma de barra, formad un rectángulo con la masa, sin estrujarla demasiado, y enrolladla sobre sí misma haciendo un cilindro, rodándola por encima de la superficie de amasado. A medida que la enrolléis, aumentad la presión sobre sus puntas para conferirle su forma de barra característica.
- Dejad las bolas o las barras reposar sobre la vendeja que hubierais preparado, tapadas con un paño enharinado o húmedo (preferiblemente de lino, aunque si es de algodón sirve, si está bien enharinado). Dejadlas así 1 hora. Tened en cuenta que, para cuando haya transcurrido la hora, ya deberéis haber precalentado el horno a 250ºC. Yo suelo ponerme una alarma a los 45 minutos, enciendo el horno para que se caliente y, 15 minutos después (cuando ya ha transcurrido la hora), procedo con el paso siguiente. Cuando vayáis a precalentar el horno, introducid en su base una bandeja metálica vacía (luego veréis por qué). Recordad que el horno debe dar calor desde arriba y desde abajo, y NO debe tener conectado el ventilador.
- Transcurrida la hora mencionada, descubrid vuestras hogazas y barras, y practicad un corte o greña sobre las mismas, con cuidado de no desgasificar (deshinchar) las bolas. El corte (que denominamos greña) debe hacerse con un cuchillo –o cuchilla- afilado, y debe ser un corte firme, de unos 0’5 mm de profundidad. Ya le iréis cogiendo el tranquillo: no os agobiéis. Intentad que, al dar el corte, la cuchilla esté a 45 grados respecto de la superficie del pan. Si queréis una idea de cómo greñar el pan, mirad la foto de este post, que tiene dos modelos que podéis copiar.
- Meted la bandeja con los panes en el horno. Antes de cerrar la puerta, verted un vaso de agua sobre la bandeja vacía que depositasteis en el fondo del horno para crear un vapor que es imprescindible para conseguir una buena miga. Bajad la temperatura del horno a 220 ºC y hornead el pan unos 35 minutos. Como las temperaturas del horno son algo relativas en función del tipo de horno que manejéis, estad atentos: si veis que el pan se dora demasiado, bajad un poquito la temperatura, hasta los 200ºC.
- Sacad el pan y dejadlo enfriar sobre una rejilla. Es importante que el pan no se enfríe sobre una superficie sólida, ya que condensaría agua por el calor en su base, y se mojaría, arruinando vuestro pan, y proporcionándoos el consabido disgusto.
Disfrutadlo mucho y dejad un comentario para contarnos cómo ha ido. Si, podéis, compartid una foto de vuestro pan sencillo en el blog, o en el perfil de Instagram, j_panparahoy.
Cuidaos mucho, que sois el futuro.
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